La respuesta a esta pregunta depende de tu tipo de vello.
Si tienes un vello grueso y áspero que vuelve a crecer rápidamente, aféitate por la mañana. Si te afeitas por la tarde, el vello tendrá tiempo de volver a crecer ligeramente durante la noche. Por la mañana, puede verse una barba incipiente, arruinando tus esfuerzos del día anterior. Además, por la mañana, la piel está descansada y la circulación sanguínea suele ser más lenta que por la noche: el paso de la cuchilla será menos irritante para tu piel. Sin embargo, es aconsejable tomarse su tiempo al afeitarse. El riesgo de cortes se multiplica por diez si lo haces con prisas.
Ten en cuenta, no obstante, que si tienes el vello de la barba bastante fino y/o prefieres tomarte más tiempo para afeitarte, hacerlo por la noche no es ningún problema. Puesto que el afeitado lleva su tiempo, afeitarse por la noche le permitirá hacerlo a conciencia y reducirá el riesgo de cortes.
En cualquier caso, se recomienda afeitarse después de una ducha o un baño caliente; la alta temperatura abre los poros para sacar el vello y también ablanda la piel, limitando así el riesgo de cortes y microlesiones.