Cuidado y herramientas para hombres

¿Cómo limpiar y mantener su brocha de afeitar?

Si eres un entusiasta del afeitado tradicional, sabrás que una brocha de afeitar es una herramienta esencial para una experiencia de afeitado óptima. Una brocha de afeitar de calidad hace mucho más que crear una espuma rica y cremosa.

Pero, como cualquier otra cosa, requiere un mantenimiento regular para garantizar su longevidad y eficacia a diario. Tanto si utilizas una brocha de afeitar de cerdas de jabalí, pelo de tejón o fibra sintética, es importante limpiarla con regularidad para prolongar su vida útil. En este artículo te explicamos cómo limpiar a fondo tu brocha de afeitar y te damos consejos para mantenerla en perfecto estado. También descubrirás por qué el simple aclarado con agua no es suficiente para eliminar todos los residuos y bacterias que pueden acumularse con el tiempo.

Utiliza correctamente la brocha de afeitar

Si utilizas una brocha de afeitar de pelo natural, como jabalí, crin de caballo o tejón, es importante que te tomes el tiempo necesario para preparar la brocha antes del afeitado. El pelo natural suele ser más delicado que las fibras sintéticas y, por tanto, requiere un cuidado especial para prolongar su vida útil. Un paso crucial para cuidar el pelo de tu brocha de afeitar es prepararla adecuadamente antes del afeitado.

Antes del afeitado

Antes de utilizar la brocha de afeitar para hacer espuma, se recomienda sumergirla en agua caliente durante unos 10 minutos.

Este paso es muy importante, ya que ayuda a que el pelo esté más suave y flexible, lo que reduce el riesgo de que se rompa o se dañe mientras haces espuma con la crema de afeitar o el jabón.

Este paso preventivo te permitirá mantener las cerdas de la brocha de afeitar en buen estado durante más tiempo. Es importante asegurarse de que el agua no esté demasiado caliente y no sumergir las cerdas por completo para preservar el pegamento que mantiene las cerdas de la brocha de afeitar en el mango.

Durante el afeitado

Al cargar la brocha de afeitar, asegúrate de ejercer suficiente presión sin aplastar las cerdas por completo. Si aprietas las cerdas con demasiada frecuencia, con el tiempo pueden doblarse sin recuperar su forma original, o incluso provocar la caída del pelo. La brocha de afeitar puede perder su eficacia.

Este consejo se aplica a todo tipo de brochas de afeitar, de pelo animal e incluso de fibras sintéticas.

Después del afeitado

El último paso de tu rutina de afeitado es limpiar y secar bien la brocha de afeitar. Para ello, enjuaga bien la brocha de afeitar con agua fría y sacúdela suavemente sobre el fregadero.

Es importante utilizar agua fría para evitar que queden restos de jabón en los conductos. Sin embargo, evita sacudir o apretar las cerdas con demasiada fuerza para evitar la caída del pelo.

Deja secar la brocha de afeitar con la cabeza hacia abajo

Una vez limpia la brocha de afeitar y eliminado el exceso de agua, se recomienda colocarla sobre un soporte con el mechón hacia abajo. Esto permitirá que el agua y la humedad se escurran del mango y conserven el nudo de la brocha de afeitar, donde los pelos están agrupados y pegados. Es importante tener en cuenta que el agua y la humedad no son compatibles con el pegamento y pueden favorecer la proliferación de bacterias.

Si no tienes un soporte a mano, puedes colocar el cabezal de la brocha de afeitar sobre un objeto sólido, asegurándote de poner una toalla seca debajo para absorber el exceso de agua. Aunque existen soportes de plástico baratos que son la solución óptima.

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